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5 Formas de cuidar la salud mental

El ritmo de vida actual, las exigencias profesionales, familiares y sociales, y ciertos hábitos que hemos adquirido para adaptarnos a un estilo de vida que no deja de virar y sorprendernos, influyen de manera negativa en la obtención y la conservación de la salud mental.

Por ello debemos adquirir hábitos que nos permitan lograr la estabilidad emocional perdida y alcanzar la plenitud en lo que a salud mental respecta. Existen muchas acciones que podemos tomar para lograr este objetivo, pero se resumen en cinco hábitos que encierran mucho más de lo que su nombre dice. ¡Descúbrelos a continuación!  

Los cinco hábitos que te devolverán la salud mental

La salud mental está directamente relacionada con la salud física. Tanto es así que cuando nuestra mente evidencia síntomas de que debemos hacer un alto para prestarle la debida atención, el cuerpo también se resiente. Por otro lado, también se encuentran las enfermedades psicosomáticas, las cuales aparecen cuando nuestra salud mental se encuentra en problemas, y desaparece cuando alcanzamos el alivio emocional y mental que necesitábamos.

Ya sea que quieras prevenir los temidos problemas de salud mental, entre los cuales se encuentran la depresión, la ansiedad y las crisis de pánico, o que te encuentres buscando la forma de restablecer el bienestar perdido, estos cinco hábitos transformarán tu vida:

# 1 – Practicar el autocuidado

El autocuidado es clave para preservar la salud mental de la vorágine en la que se ha convertido la vida actual. Este concepto engloba una serie de acciones que aportan múltiples beneficios para nuestro cuerpo, mente y emociones.

Hablar de autocuidado es hablar de alimentarnos de manera saludable, de hacer ejercicio intenso todos los días, de practicar actividades que nos hagan sentir plenos, de cultivar relaciones edificantes y de desprendernos de vínculos tóxicos, de recibir un masaje, de permitirnos los pequeños gustos que tan felices nos hacen y de ser honestos con nosotros mismos.

Parece abrumador cuando lo vemos todo junto, pero a medida que vayas incorporando estas acciones a tus hábitos, lo que te resultará agobiante es no llevarlos a cabo cada día.

# 2 – Hacer un balance entre trabajo, estudio y ocio

Nuestra mente necesita cambiar de foco a lo largo del día. De lo contrario, corremos el riesgo de automatizarnos, lo cual deriva en la alienación, tan característica de la Revolución Industrial. Aunque nos parezca que hemos dejado atrás las barbaries de ese período de la humanidad, no debemos dejarnos engañar, ya que la Revolución Tecnológica también nos expone al riesgo de alienarnos para terminar convertidos en un apéndice de nuestro teléfono, ya sea por cuestiones laborales o por no saber cómo convertir a nuestro ocio en una instancia recreativa, lúdica y creativa.

Por lo tanto, si aspiramos a lograr una excelente salud mental, necesitamos ser muy conscientes a la hora de autorregularnos en la administración del tiempo que le dedicamos al trabajo, al estudio y al ocio.

Es fundamental saber desconectarnos de cada una de estas instancias para pasar a la siguiente y brindarle toda nuestra atención a la actividad que estemos practicando o desempeñando en cada momento.

# 3 – Comunicarte de forma asertiva

Muchas veces nos guardamos lo que sentimos y lo que pensamos, ya que creemos que así evitaremos problemas. Lo que ocurre en estos casos es que sí, efectivamente nos ahorramos una conversación incómoda y un intercambio de opiniones con la otra persona, sin embargo, el verdadero problema recae en nosotros.

Ha quedado demostrado que ahogar nuestras emociones es uno de los principales enemigos de la salud mental a la que aspiramos, ya que todos esos sentimientos quedan reprimidos en nuestro interior y la angustia se traduce en enfermedades mentales y cardiovasculares, detonadas por el estrés de no poder hablar.

Por ende, la solución está en comunicarnos de manera asertiva, es decir, con aplomo y calma, para así dar a conocer lo que sentimos y reclamar nuestros derechos con diligencia.

# 4 – Plantearte metas concretas

El problema con las metas generales, tales como ganar mucho dinero, bajar de peso y mejorar nuestras relaciones, es que podemos lograrlas, pero aun así pasarán desapercibidas en nuestra vida.

Pongamos el ejemplo de bajar de peso. Si te propones esta meta, sin especificar para qué y qué cantidad de peso deseas perder, habrás logrado la meta si tan solo pierdes quinientos gramos, sin embargo, de nada te servirá.

Para que tus metas te traigan el beneficio que esperas de ellas, es necesario cuantificarlas y ponerles una fecha límite. Por ejemplo, una buena meta es proponernos duplicar nuestros ingresos de aquí a quince meses.

# 5 – Mantener un discurso interno positivo

La forma en la que te hablas a ti mismo es un factor determinante de tu salud mental. Si te diriges frases despectivas, condenatorias y amenazantes, tu salud emocional y bienestar se deteriorarán.

La propuesta consiste en cambiar ese discurso interno por uno basado en la autocompasión. Del mismo modo en el que comprendes los tiempos de los demás, sus tropiezos y sus limitaciones, debes comprender los tuyos y dirigirte un discurso alentador.

Si has fallado en un examen o en obtener el ascenso laboral que esperabas, dite que la próxima vez lo obtendrás, y cuéntate a ti mismo cuál es el mejor camino para resultar exitoso en tu próximo intento.

Tu salud mental es prioridad, por lo tanto, no puede esperar. De modo que si sientes que la posibilidad de alcanzarla se te está escapando de las manos, es hora de ponerte en contacto con nuestros psicólogos de salud mental en Chile, quienes diseñarán una terapia a tu medida. ¡Te esperamos!

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