Muchos de nuestros problemas persisten en el tiempo porque continuamos actuando del mismo modo. Una vez un sabio dijo: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Su nombre fue Albert Einstein y sus aportes a la humanidad fueron invaluables. Sin embargo, a pesar de la lógica evidente que encierra esta frase, no es tan sencillo poner su filosofía en práctica. Y es aquí que la terapia cognitivo conductual hace su entrada magistral en nuestras vidas y todo parece cobrar sentido.
Existen muchas formas de lograr que una persona cambie su comportamiento, pero lo que tiene de particular la terapia cognitivo conductual es su abordaje. Esta terapia ha demostrado ser altamente efectiva gracias al trabajo profundo que hace sobre la persona, ya que su método ha probado tener una eficacia inigualable en la modificación del comportamiento de quienes la siguen, dado que su método se basa en llevarnos a modificar nuestros pensamientos y sentimientos.
El resultado indiscutido del cambio de mentalidad y de lo que sentimos, es la modificación de nuestra conducta, precisamente de aquella que nos ha estado generando tantos problemas.
Para empezar, es importante saber que la terapia cognitivo conductual construye su abordaje terapéutico a partir de la conversación. Para ello, el vínculo con tu terapeuta debe ser de total confianza para que alcances a su lado el nivel de comodidad que se necesita para conversar abiertamente con él.
En segundo lugar, cabe destacar que esta terapia está diseñada para estimular los procesos que se producen a nivel de nuestros pensamientos. Por último, aborda la conducta que se manifiesta como consecuencia de tales pensamientos.
Gracias a sus técnicas directas y a su abordaje profundo, los resultados se manifiestan en un corto período de tiempo. Por lo tanto, resulta ideal para personas que no quieren iniciar una terapia psicológica que les dure años, sino una que les garantice resultados a la brevedad posible.
Entre sus técnicas más empleadas, encontramos las siguientes:
Una de las características que muchas de las personas que llegan a terapia tiene en común, es la presencia de creencias limitantes. Frases como “es imposible”, “no podré hacerlo”, “soy un desastre en…” y “siempre me sucederá lo mismo”, suelen escucharse de boca de quienes inician una terapia cognitivo conductual.
Esto se debe a que las personas han vivido la mayor parte de su vida bajo la creencia de que no tienen posibilidad de mejora, ya que el problema está y siempre estará en ellas.
Sin embargo, los incisivos cuestionamientos de la terapia cognitivo conductual hacen que la persona entre en duda acerca de sus propias limitaciones, para, finalmente, terminar convencida de que estas solo existieron en su mente.
El terapeuta te brinda herramientas eficaces para que puedas resolver los problemas que ahora no te están dejando avanzar. Para ello es muy importante que hagas las tareas que te irá indicando en cada sesión de terapia.
Nos guste o no, diversos problemas volverán a aparecer una vez que terminemos con nuestra terapia cognitivo conductual. De modo que, a menos que queramos iniciar una nueva terapia cada vez que la vida ponga frente a nosotros un desafío, necesitaremos desarrollar habilidades de afrontamiento que nos sirvan para batallar contra futuras crisis. Y la terapia cognitivo conductual es excelente para servir a este propósito.
Una vez que finalices con ella, te habrás convertido en una persona más eficiente y resolutiva. Por lo tanto, serás capaz de resolver los problemas con una gran ductilidad.
Si bien ha cobrado una reputación especialmente favorable en el tratamiento de la depresión y de la ansiedad, la terapia cognitivo conductual es muy útil para dolencias tanto psicológicas como físicas, ya que estas últimas suelen tener un claro origen psicosomático. Por lo tanto, cuenta con esta terapia si quieres tratar los siguientes problemas:
Trastornos de pánico
Dolor persistente
Trastornos sexuales
Dificultades en tus vínculos y relaciones
Trastorno obsesivo compulsivo
Fobias
Estrés postraumático
Dificultades para controlar la ira
Trastorno dismórfico corporal
Trastornos de alimentación
Insomnio
Estrés
Ningún problema es demasiado pequeño ni demasiado desafiante para la terapia cognitivo conductual, ya que se trata de un abordaje capaz de revertir cualquier clase de dolencia cuyo origen se encuentre en nuestros pensamientos y sentimientos.
En Tu Terapia contamos con profesionales licenciados y con un alto grado de empatía para conducir tu terapia cognitivo conductual. Encuentra a tu terapeuta aquí y despréndete de los límites y de los problemas que no te permiten manifestar tu verdadero potencial.